Los fragantes pétalos de rosa de Bulgaria, infundidos en alcohol de alta calidad y sometidos a una larga maceración, son el ingrediente esencial de este Rosolio.
Producido con métodos exquisitamente artesanales, tomado de una receta antigua, conserva toda la fragancia de la rosa recién florecida y adquiere un sabor dulce y delicado.
Es insustituible en la preparación de cócteles refinados como el ‘Cóctel de San Valentín’ y también es excelente como licor de postre.